La ONU lo tiene claro: el calentamiento del planeta y la influencia humana en el proceso son indiscutibles, tanto como que detener las tendencias de calentamiento global es el principal desafío al que nos enfrentamos actualmente.
Esta afirmación se sostiene en el trabajo de más de 3.750 personas de más de 130 países que participan en el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
Independientemente de la postura de la ONU, un tema tan complejo como este siempre podría dejarnos un cierto margen para el escepticismo, la amarga polémica y, sobre todo, la incertidumbre.
En cualquier caso, para entender la magnitud del problema, incluyendo las evidencias, impactos y posibles soluciones, podemos visitar el resumen de los informes del IPCC. La documentación recoge la respuesta a las preguntas que solemos plantearnos sobre el cambio climático y la argumentación científica de las principales inquietudes que nos asaltan cuando se habla del tema.
Disminuir los efectos del cambio climático y cambiar la tendencia es cuestión de voluntad. No se trata de volver a las cavernas. Consiste en plantear correctamente los objetivos de desarrollo.
Los ciudadanos contamos con instrumentos que acreditan el mejor comportamiento ecológico de los productos que compramos, de los alimentos que consumimos o de las empresas en las que trabajamos. No es más que un pequeño paso, pero es lo que tenemos más a mano.