Se lo preguntaba alguien en público antes de proceder a contarnos su experiencia como ciberciudadano. Yo tampoco lo tengo claro. Seguro que tiene que ver con la posibilidad de hacer realidad sueños. Y es que por fin alguien me explicó el fracaso de los Supersónicos frente a los Picapiedra.
El invento también va sobre que no hace falta alfabetizar a alguien para permitirle el ejercicio de sus derechos. Ni imponerle “nuestro” modelo de desarrollo, licencias de software y motor de combustión incluidos. Pero está claro que se pueden ir poniendo los medios que permitan cerrar brechas.
Estamos en un proceso de cambio. Como siempre. Estamos dejando un modelo de organización en masas. Los individuos de grupos homogéneos apenas diferenciados de otros grupos homogéneos empiezan a tomar conciencia de su capacidad para crear la complejidad necesaria para tomar parte en el mundo global e influir en los procesos de toma de decisiones.
¿Vamos por el camino correcto? No se si podríamos medirlo. En tal caso, habrá que elegir indicadores adecuados: la cantidad de personas sentadas en una sala no dice mucho sobre el número de gente que sigue lo que ocurre en ese lugar o tiene la oportunidad de participar en el evento de alguna forma.
Los días 21 y 22 de noviembre, he estado compartiendo algo de tiempo con alguno de los que mi pareja ha dado en llamar “pitagorines del ciber espacio”. Creo que todavía no he conseguido transmitirle que no se trata tanto de aprender a manejar tecnología como de aprovecharla en la persecución de nuestras inquietudes.
Allí he conocido físicamente a personas con las que llevaba tiempo conversando. No era necesario el formalismo de presentación para seguir compartiendo entrañables anécdotas durante la comida. Lo digital había evitado una brecha para la que no encuentro puentes en mi trayecto diario al trabajo. Entre aquellas personas también conocí lo que en un principio me pareció un agente doble, pero resultó ser un simpático bloguescéptico.
También he descubierto que el ordenador portátil tiene otros usos distintos de ver películas y pasar presentaciones en charlas. Cuando desenmarañe los apuntes de mi libretilla de persona con blog le dedicaré otro rato a todo esto.
5 respuestas a «¿Ciudadanía 2.0?»
Todo un placer poder compartir conversaciones cara a cara. Y las cañas y las tapillas, claro está.
¿Ya has metido la foto en el flickr de aprendices? Tienes el premio en la mano.
Igualmente. La foto ya está en el flickr de aprendices. Incluso me he animado a hacer alguna propuesta.
hola alberto/alvizlo,
creo que va por mí lo de «simpático bloguescéptico» (es que me he visto en la foto, en primer plano, ahí, resaltando las zonas menos pobladas de mi azotea)… pues gracias… ¿»agente doble»? ¡cielos! no sé cuál sería la primera impresión que te causé. eso no me lo habían llamado nunca (al menos en público, claro).
estoy empezando a leer vuestros blogs. por el momento, hoy es mi primer día y ya llevo más de dos horas conectado… ¡y enganchado!
fue un placer conocer a «los albertos» (alorza y alvizlo) y dejar al primero en la t4 y a ti en la gasolinera.
os deseo lo mejor. espero no ser muy vaguete para poder seguir en contacto.
un abrazo,
Buenas deibid, con tantas preguntas tu vocación de agente doble 0 no pasó desapercibida… gracias por tu comentario. Espero que el blog siga resultando de interés.
[…] se ha encontrado con la Web 2.0. Tal vez con algo de retraso para los que llevamos años viendo, en saraos diversos, cómo las tecnologías de la información y la comunicación agilizan y amplían las posibilidades […]