… o de la realidad territorial pertinente.
Cumplir la normativa no es fácil. El primer paso para la identificación de requisitos legales aplicables a una actividad se plantea como una tarea gris. Buscar y revisar en boletines oficiales las normas que puedan ser de aplicación, sus modificaciones, desarrollos, correcciones de errores y otras normas relacionadas…
Para facilitar el trabajo hay quién se dedica a consolidar los textos normativos. Pero ni cuando este trabajo lo realiza una administración pública da los textos consolidados como una fuente vinculante, solamente son válidos para consulta. ¿Cómo puedo estar seguro de que el valor límite de emisión que estoy consultando no es justamente la errata? Al papel gris…
Otra alternativa, basada en la aplicación de las nuevas tecnologías (no es que no exista en papel, pero es más coñazo y… la posibilidad de perder fichas intercambiables existe), son las bases de datos. Algunas incluyen reproducciones fotográficas de las fuentes oficiales. Otro arduo, a la par que estimulante, trabajo de recopilación y revisión de referencias cruzadas. Todo para estar en situación de asegurar que se puede consultar ágilmente lo que incluye la base de datos. Pero no quita para que justo esa puñetera modificación de los plazos de aplicación todavía no forme parte de la base de datos… o no fuese importante a criterio del que la diseñó.
Ahora que la Administración se va haciendo cada vez más electrónica puede ser el momento de proponer una de esas ideas radicales. Algunas comunidades autónomas se han decidido a eliminar un importante gasto de papel. Ya va siendo hora. De las pocas hojas de esos boletines que no van directamente desde la imprenta a reciclar (con el coste que eso implica,… incluyendo tener que sacarlos de la bolsa de plástico en la planta de reciclaje) la mayoría son las que recortamos porque aparece el nombre de nuestro vecino (normalmente por nada bueno,… pero mola llegar a casa y enseñarle que la batallita de la barbacoa ha salido en el diario oficial autonómico de turno…).
El siguiente paso a proponerse podría ser cambiar la forma tradicional de «oficializar reglas» y cambiar el formato boletín por un wiki. Salvo que se flexibilizasen radicalmente los procesos de toma de decisiones el modelo tendría algunas pegas que requerirían un estricto sistema de seguridad. Por lo demás todo ventajas:
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Un apartado común de definiciones. Tal vez ayudaría a evitar que se utilice una misma expresión para referirse a dos cosas distintas o dos términos diferentes para hablar de la misma cosa. Ayudaría mucho a evitar confusiones…
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Todas las modificaciones, correcciones de errores… en un mismo documento oficial. Ideal de la muerte para que si consultas una ley de un ámbito concreto no se te escape ningún requisito que se incorporó después en alguna norma de acompañamiento de los presupuestos generales de no se cuando.
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Esto también ayuda a que no tengas que olvidarte del punto 2 del artículo 14 que acabas de leer y que se eliminó por una sentencia del Tribunal Constitucional que encontrarás de casualidad.
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Se acabaron los textos refundidos. El wiki en si mismo es un texto refundido.
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El final de largas, aburridas y repetitivas exposiciones de motivos. Con una permanentemente actualizada y bien estructurada sería suficiente.
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Participación pública en vivo y en directo. Discusión sobre propuestas y textos vigentes en el mismo sitio donde se publican.
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Adiós a las servicios de pago para poder consultar esa disposición antediluviana que todavía tiene un artículo que no ha sido derogado y que, por algún extraño motivo, no has sido capaz de encontrar en otro sitio.
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El fin de los códigos obsoletos en papel rellenos de recortes y fotocopias.
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Se acabaron los becarios fotocopiando leyes y tecleando sus textos en bases de datos ¿una tragedia? ¡No! la oportunidad de tener profesionales que garanticen la integridad del wiki y/o intermedien (informática, jurídica y temáticamente) entre los organismos oficiales y el público interesado que consulta el wiki oficial (vamos, humanizadores de frios textos legales).
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Supresión de barreras formativas para el acceso a la legislación. Adiós Reales Decretos, Órdenes Ministeriales y Normas Técnicas Complementarias anexas. No hace falta que sepas sobre jerarquía normativa, si está enlazado es que está relacionado y puede ser de aplicación. Si era importante o no, que lo decida el juez en función de lo que argumente tu abogado. Por lo menos que no puedas alegar desconocimiento o que estabas esperando a que sacaran la «ley de medio ambiente», normativa sobre eso ya existe y mucha, independientemente de su rango.
Lo dicho, esto no son más que otros apuntes sobre el tema. Madurarlo y llevarlo a la práctica requiere (entre otras muchas cosas) un paso previo: la digitalización de toda la normativa vigente, incluyendo la promulgada antes de la aparición del concepto web 2.0. De momento, me conformaría con que la utopía alimentase el ánimo necesario para que se sigan recopilando documentos y completando bases de datos.
Nota 1: si tienes la sensación de haber leído esto anteriormente, sí, son unos apuntes rescatados para apoyar una de las propuestas presentadas a las 1001 ideas para mejorar la Administración.
Nota 2: queda pendiente un especial monográfico sobre iniciativas de la Administración para recopilar y dar a conocer la normativa ambiental, que las hay y muy interesantes.