Estos días la prensa nos regala un claro ejemplo de la importancia de la transparencia en los procesos de toma de decisiones. La polémica se refiere a un asunto de copia pega:
«El dictamen, que la Junta estudia convertir en ley, ha sido elaborado por la consultora de urbanismo Cotesa, que cobró 165.420 euros de la comunidad por el trabajo y que ayer no quiso comentar la aparición, sin citar la fuente, de párrafos idénticos a los que se pueden encontrar en la Red.»
Nada nuevo bajo el sol. No creo que sea grave utilizar trabajos preexistentes para elaborar unas Directrices de Ordenación del Territorio o su informe de sostenibilidad ambiental. Lo preocupante es que no se citen las fuentes y que estas no se seleccionen con un criterio adecuado. Incluso podría ser deseable que el trabajo consistiese en revisión bibliográfica, incluyendo aportaciones innovadoras de frescos trabajos académicos.
La liebre ha saltado durante el periodo de exposición pública del documento, por lo que me reafirmo en mi creencia sobre el beneficio que aportan, tanto para la protección del medio ambiente como para la profesionalización del sector ambiental, la posibilidad de acceso a la información ambiental y los procesos de participación pública. Y aprovecho la ocasión para seguir reivindicando el uso de licencias creative commons, o similares, en estudios ambientales destinados a procedimientos administrativos, especialmente de evaluación ambiental, tanto para facilitar su deseable consulta y reutilización como para indicar la forma en que deberían citarse:
«La Junta anunció ayer que procedía «inmediatamente a rescindir el contrato con Cotesa» y consideró «inadmisible» su actuación. La tramitación de las directrices queda suspendida hasta que la Junta decida cómo salir de esta. Fuentes próximas al caso consideran que con este informe los trámites son inviables y eso puede suponer el tiro de gracia para la estación de esquí de San Glorio, que el Tribunal de Castilla y León tumbó en 2008 por carecer de respaldo científico y que se vuelven a quedar sin aval técnico.»
«…sacó a exposición pública un documento que incluye notas al margen de los autores. En la página 177, uno de ellos apunta: «Completar. Carlos se te ocurre cómo. No me gustaría copiar de la web». Al final copió los siguientes párrafos. El informe incluye extractos hasta de la web El Rincón del Vago, entre otros muchos plagios.»
La cuestión plantea otros interesantes debates:
«Tira a la basura los dos años de trámites que Cotesa había iniciado y no es para menos. Tras el corta y pega descubierto, cualquier gestión queda en cuarentena. La pregunta ahora es si esto se habría evitado si en lugar de recurrir a una consultora externa hubieran sido los técnicos de la administración los encargados de hacer el trabajo. Todo estaría más controlado.»
No digo que un buen estudio, tomando en serio el impacto ambiental de la actuación, hubiese conseguido mostrar como admisible la estación de esquí. Al menos, hubiese evitado la polémica sobre la forma en que los políticos muestran su sensibilidad por el entorno natural y el modo en la que realizan una propuesta normativa de ordenación del territorio.
Una respuesta a «Copia pega, medio ambiente y San Glorio»
[…] Pero al arrimar la lupa me he dado cuenta de incoherencias preocupantes. Por ejemplo, para una de las dos aplicaciones (la que coge los datos directamente del servidor) la entrada “saltando a drupal” está en la parte alta de la tabla, con 1.244 visitas desde su publicación hasta final de 2012, mientras que la otra herramienta (con sus filtros automáticos y criterios sesudamente programados para separar el polvo de la paja) sólo registra 2 visitas a esta entrada del blog. No se si es que el software libre no le gusta a los programadores de una aplicación o si es que la inmensa mayoría de las visitas a una entrada dedicada a un software de gestión de contenidos se producen por los robots de la web. Algo similar, pero a la inversa, ocurre con la entrada Copia pega, medio ambiente y San Glorio. […]