Categorías
Consumo sostenible Gestión de residuos

Reduciendo envases de forma responsable.

Cuando se estudia gestión de aspectos ambientales en la empresa te enseñan que hay dos formas de afrontarlos: mediante soluciones de final de tubería o a través del análisis del ciclo de vida de productos o servicios. Las implicaciones de los dos enfoques son variadas, siendo, generalmente, las primeras un parche para cubrir el expediente en un momento dado, mientras que las segundas implican una revisión de la forma de hacer en la organización para adaptarla a futuros retos ambientales.

Con el asunto de la reducción de residuos de envases, tenemos los dos enfoques encima de la mesa. Desde hace más de una década, la normativa establece objetivos de reducción, así como una serie de obligaciones relativas a los agentes que pusieran en el mercado envases y otros productos que con su uso se convirtiesen en residuos. ¿Cómo han abordado el reto los agentes implicados?:

Solución ingeniosa de fin de tubería: buscar un envase que se produzca en cantidad e inventar un truco semántico para librarnos de él. Por ejemplo cobrar las bolsas de plástico de un solo uso y vender, como alternativa, bonitos capazos de plástico multiusos. La cantidad de plástico y pintura adherida al plástico en circulación será similar, pero los capazos no se consideran envases por la normativa… cumplimos el trámite de reducción de envases… y nuestros clientes van a la última moda a la vez que hacen, orgullosos, propaganda, previo pago, de nuestro establecimiento.

Análisis del ciclo de vida de producto: retiro de mis estanterías los productos sobre los que tengo poca capacidad de decisión. A continuación estudio, para aquellos productos sobre los que puedo influir, procesos de envasado y transporte… y me ahorro un montón de pasta reduciendo dobles precintos y sacando de los paquetes de mis productos aquello que transporto pero no beneficia a mis clientes… al final, el aire entre los pistachos también hace que la bolsa de la compra abulte más… Y si al resultado añado lo que no me gasto en hacer creer a los demás que lo estoy haciendo bien… más que me ahorro.

Esperemos que la transposición de la nueva directiva deje menos espacio para hacer trampas…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.