El otro día salí de un establecimiento con la compra en la bolsa que aparece en la foto:
«Esta bolsa está fabricada con material 100% reciclado. Utilízala tantas veces como puedas y finalmente, deposítala en el contenedor amarillo para colaborar con una mejor sostenibilidad ambiental».
La frasecilla se las trae… a pesar de ello el mensaje parece medianamente claro. Me gusta saber que, al menos en parte, algo de lo que deposito en el contenedor amarillo no va a parar a la gran sopa de plástico.
No vale hacer campañas para quitarnos el mochuelo de encima. Una buena recogida selectiva y un correcto reciclaje pueden reducir el impacto ambiental de los plásticos. Investigar materiales sustitutivos y ponerlos en el mercado es otro camino interesante a seguir.