Durante el pasado CONAMA amigos de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) me presentaron el estudio que han realizado comparando las páginas web de información ambiental de las distintas comunidades autónomas: «La información ambiental en la sociedad de la información: Una aproximación al estudio sobre la calidad de la información ambiental autonómica en la red». El estudio analiza cómo las distintas comunidades autónomas utilizan Internet en relación a la aplicación de la Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente.
El objetivo general de este análisis es analizar por un lado el nivel de contenidos de información ambiental que poseen las comunidades autónomas en la red y por otro lado las necesidades que debería cubrir un estudio completo de información ambiental autonómica en la red que sirviese como revisión periódica y comparativa entre las administraciones autonómicas para fomentar su mejora.
Un trabajo de chinos en el que habrían intervenido, según el propio documento, 12 personas. Han analizado las páginas web autonómicas de referencia en materia ambiental, así como los portales específicos para temáticas concretas cuando estaban claramente enlazados desde la web principal.
Se ha realizado dos tipos de análisis diferentes:
– Análisis temático, relacionado con el contenido de los distintos espacios web sobre algunas de las principales temáticas de carácter ambiental (agua, residuos, biodiversidad, etc.).
– Análisis sobre prestaciones generales y herramientas web, que analiza qué instrumentos y aplicaciones posee el espacio web de cada autonomía que permite una mejor navegación, búsqueda de información, actualización de la información, aprovechamiento de los contenidos, etc.
Tal y como se plantea en el documento se trata de una primera aproximación. Presentando este documento en CONAMA 10, ACA pretende llamar la atención sobre el papel de Internet en la difusión de información ambiental. CONAMA, históricamente, ha reunido mesas de trabajo en relación a esta materia, luego era el lugar y momento para como conseguir comentarios y apoyos que permitan realizar un análisis más profundo y detallado.
En cuanto a los resultados del estudio… pasen y vean. La «prensa especializada» está escupiendo titulares que van a levantar ampollas entre los retratados. Esos titulares también están dejando comentarios sarcásticos de los sufridos usuarios. Por mi parte, destacar algo que no es tan evidente: los portales institucionales son tan complejos y están tan mal organizados que ni siquiera un grupo de 12 personas especializadas y con el propósito de realizar un análisis riguroso son capaces de encontrar algunos de los contenidos ambientales más importantes. Un ejemplo: aquí están los datos de la Red de Calidad del Aire de la Comunidad de Madrid.
Por si fuesen de interés, aquí dejo unas aportaciones sobre aspectos a considerar en futuras ediciones del estudio:
– Comprobaría si la información ambiental disponible en los portales institucionales satisface las obligaciones previstas en la propia Ley 27/2006: Cada vez más, algunos gobiernos utilizan los portales institucionales para hacer propaganda política y no para ofrecer contenidos de interés general. Un análisis por áreas temáticas puede obviar este aspecto, en tanto que da valor a la presencia de contenidos pero no evalúa si esos contenidos pueden responden al mandato legal que deberían cumplir los portales institucionales.
– Tirando de este hilo me plantearía para cada página web, como primera pregunta: ¿se informa a los ciudadanos sobre los derechos contemplados en la Ley 27/2006 y la forma de hacerlos efectivos?
– Estudiaría si las autoridades ambientales satisfacen los requisitos, entre otras, de la Ley 37/2007, de 16 de noviembre, sobre reutilización de la información del sector público: no se trata sólo de poner información ambiental a disposición del público, también debe permitirse la reutilización de la información ambiental.
– En la línea anterior, deberían considerarse, en cualquier caso: las licencias empleadas para la publicación de esos contenidos web, así como si se citan las fuentes de procedencia de la información y, sobre todo, si se muestran las fechas de actualización de los datos.
– ¿Cómo llevamos la aplicación de la Directiva Inspire y sus metadatos? En el apartado de cartografía no basta con que salgan mapas bonitos: la información georreferenciada tiene una serie de parámetros de calidad que, necesariamente, se deben cumplir para que podamos considerar que la Administración cumple sus obligaciones en este sentido.
– Otra norma cuya aplicación a la información ambiental sería interesante estudiar es la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos. En ella se abordan conceptos como la interoperatividad, la neutralidad tecnológica, los estándares abiertos… ¿Contribuyen las autoridades ambientales a mantener una red neutral?
– Ya puestos ¿qué hay del software libre? ¿utilizan las autoridades ambientales software libre? ¿permiten que los usuarios de información ambiental puedan acceder a ella y reutilizarla utilizando software libre?.
– La Ley 27/2006 regula el acceso a la información, pero también la participación pública en materia de medio ambiente, por lo que un estudio en este sentido debería contemplar las herramientas de participación que, en su caso, se estuviesen incorporando en los portales institucionales. En este sentido habría que comprobar si esa participación es real y efectiva o sólo para cubrir el expediente.
– Incorporación de herramientas web 2.0: sí, es interesante estudiar en qué medida se emplean, siempre y cuando no sean la excusa perfecta para sepultar dinero público sin atender al interés general. Pero antes de hablar de wikis y blogs ¿disponemos de sistemas de suscripción a contenidos?
– Y todo esto sin olvidar un aspecto clave ¿qué posibilidades de acceso a los contenidos disponibles en Internet tiene un ciudadano que está al otro lado de la brecha digital?
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La viñeta de Mauro Entrialgo que ilustra esta entrada la conocí gracias a Alorza.