Esta noche el espacio «El cine de La 2» emite, a partir de las 22:00 horas, la película Gomorra, basada en la novela de Roberto Saviano. Una proyección más que recomendable. Sí, dije que no la vería, pero las recomendaciones sembraron la inquietud, que acabó floreciendo y dando sus frutos. Por cierto, no defraudó. Si el libro es un tratado sobre los incentivos perversos y externalidades en la economía real, la película profundiza en cómo todo eso afecta a la vida de las personas. Personas normales y corrientes que se las ven con «El Sistema».
No puedo decir que me gustase más que el libro, que considero una lectura imprescindible, pero sí que mereció la pena. Especialmente porque el reclamo del libro, los platos sucios sobre la gestión de residuos, tienen más protagonismo en el filme. Y este es uno de los valores de Gomorra y de Saviano. Sacan a la luz las miserias de nuestro sistema de consumo: entender las noticias sobre la basura de Nápoles es más fácil después de Gomorra. ¿Cómo acabaron esos residuos peligrosos en el fondo del mar, matarile, rile, rón?
Gomorra, el libro y la peli, son, sobre todo, un toque de atención, una llamada a tener los ojos bien abiertos. Porque la decisión está en nuestra mano. Sí, no es fácil decirle al jefe que no quieres seguir sus pasos, pero ¿qué precio tiene seguir siendo su cómplice? Calabria parece estar muy lejos, a pesar del incansable esfuerzo promocional para venderse como destino turístico. No hace falta irse allí para encontrar ejemplos de canteras utilizadas, sin licencia, como «depósitos», de residuos hospitalarios que se guardan debajo de la alfombra, o, de regalo, unos quilitos de plutonio sin inventariar.
No se si está claro, pero pretendo animar al personal a ver Gomorra, ya me contaréis si mereció la pena.
Por cierto, podéis conocer un poco más al héroe, sin pelos en la lengua, al que le debemos la novela que inspira la peli en esta entrevista (del minuto 5 al 11).
«Sistema, un término que aquí todo el mundo conoce pero que en otros sitios todavía no ha sido descifrado, una referencia desconocida para quien no está al corriente de las dinámicas del poder de la economía criminal. Camorra es una palabra inexistente, de policía. Utilizada por jueces y periodistas, y por guionistas. Es una palabra que hace sonreír a los afiliados, es una designación genérica, un término de estudiosos, relegado a la dimensión histórica. El término con el que se refieren a sí mismos los pertenecientes a un clan es Sistema: «Pertenezco al Sistema de Secondigliano». Un término elocuente, un mecanismo más que una estructura. La organización criminal coincide directamente con la economía, la dialéctica comercial es la osamenta del clan.»
Una respuesta a «Gomorra, la peli, esta noche en La 2.»
[…] Quizá no estemos en el 70% ni en el 25%, pero lo cierto es que la credibilidad de la información y la veracidad de los datos en materia de residuos es un problema que convendría atajar alguna vez. O tal vez no, según a quién le preguntemos. […]