Según la wikipedia, «se conoce como pirámide o estafa piramidal a un esquema de negocios que se basa en que los participantes refieran a más clientes con el objetivo de que los nuevos participantes produzcan beneficios a los participantes originales«. Según la misma fuente, un figura del arte piramidal fue un tal Ponzi, que da nombre al esquema Ponzi, una pirámide de inversión que han puesto en marcha otros ídolos de masas como el señor Madoff. Afectados patrios por estos mecanismos fraudulentos de enriquecimiento, algunos de ellos made in Spain, tenemos unos pocos.
De un tiempo a esta parte, da la sensación de que las pirámides no se quedan en el mundo de las grandes finanzas. Veo ejemplos de esquemas piramidales por todas partes: puede que sea una visión simplista, o tal vez una aproximación conspiranoica. Pero me lo parecen las campañas de publicidad viral, tales como la camiseta Jedi de Greenpeace, concursos de fotografía, los 250 megas adicionales de Dropbox o los premios vitácoras, perdón bitácoras. No es un timo financiero, pero qué mejor forma de conseguir algo tan preciado en estos días como visitas, usuarios o, en su caso, datos de carácter personal. Una estafa de atención en toda regla, lástima que todavía no está penado.
Pero hay otro que me parece más grave, es el de las capacitaciones profesionales piramidales: hablo de esos esquemas privados (a ser posible amparados en un grupo suficientemente amplio de partes interesadas o en la iluminación de algún gurú), en los que se invita a la participación voluntaria para diferenciarse en el mercado.
¿Piramidal? Los «inventores» del esquema suelen tener derechos sobre el mismo, bien porque existe un estándar o unos materiales de consulta que, curiosamente, no son libres ni gratuitos. Los primeros que acceden al esquema tienen la posibilidad de apostolar sobre el mismo y la capacidad de certificar a los que vienen detrás. Editan materiales que pueden ser adquiridos «opcionalmente» para seguir progresando dentro del esquema, cosa que permite aplicarlo mejor y optar al apostolado y la certificación de nuevos adeptos. Total, que con la excusa de la mejora continua, se desarrolla un negocio que enriquece a los que lo han puesto en marcha.
¿Win – Win? Al final acabamos siendo todos iguales porque no nos queda otra que pasar por el aro. Igual nos hemos reciclado o hemos aprendido una nueva forma de hacer. Pero hay quien sale con la bolsa llena y quien la vacía por el camino y, sobre todo, el beneficio marginal del último que llega es despreciable, frente a la fortuna que amasa, si todo sale bien, el que lo puso en marcha.
Lo dicho, que igual estoy un poco mal de lo mío y debería dejarlo a ver si se me pasa o… ¿seguimos hablando de pirámides?
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Disclaimer: sí, estoy participando por la camiseta Jedi, no gané el concurso de fotografía y estoy a ver si amplío el espacio de almacenamiento en mi cuenta de Dropbox.
4 respuestas a «En ocasiones veo estafas piramidales.»
Ojo, que los 250 MB de Dropbox son para ambos. En este caso si es Win-Win.
Gracias por la aclaración Txema.
Piramidal es el sistema capitalista, todo ello… ¿Es también una estafa?. Digamos lo que digamos la estafa existe cuando no hay en ese sistema un intercambio REAL.
Mientras existan intercambios, no existe la estafa, otra cosa es que nos den «gato por liebre»… pero de estas existen multitud!!
Recuerdo que con la famosa historieta que montó Forum Filatélico (muchos de mis amigos pringaron), les preguntaba por el sello en el que invertían, al final no había tantos sellos ni tanto valor…
Aplicar el sentido común en cualquier tipo de intercambio en el que participamos es saber en qué y en quién estamos confiando.
Gracias, siendo todo una pirámide también hay que entender que son las estructuras mas duraderas que existen sobre la tierra.
Un abrazo.
Buena reflexión Anton, ciertamente, con una buena base y sentido común se logran grandes cosas.
Gracias por tu visita y comentario.