Sí, seguimos con la lista de películas que me hubiese gustado ahorrarme. Hoy le toca el turno a El Capitán Trueno y el Santo Grial. Lo peor de esta película, entre otras cosas que repasaremos a continuación, es que el título (y la propia película) sugiere que se ha rodado con la intención de ser la primera de una insufrible saga de aventuras. Una cuenta de twitter con poco más de 30 seguidores demuestra que no hay mucho interés, ni entre los muy fans.
Pero volvamos al título de esta entrada. ¿Por qué increíble? Pues porque es la palabra que resume la película. Desde la cachiporra de Goliath, evidente plástico «todo a 100», al tinte de Crispín, que nos permite seguir el orden en el que se rodaron las secuencias de la película. Tampoco resultan demasiado creíbles las actuaciones, demasiado teatreras, de la mayoría de los actores. Será por el mal rollo durante el rodaje. Entrando en detalles podríamos hablar de la cota de malla de neopreno del Capitán, que le permite pegarse un chapuzón en las Lagunas de Ruidera sin miedo al peso de su armadura. Con los efectos especiales y otros elementos de despiste no me meto, que no se la quiero destripar.
Igual a alguien se le ocurrió que el héroe nacional podría librar batalla en la taquilla a los personajes de DC y Marvel. Y seguramente, si se hubiesen cuidado algunos detalles y se hubiese sacado a pasear un poco de orgullo patrio. Entre Watchmen y el Capitán Trueno, me quedo con la segunda, todo sea dicho. Una pena que la pasta invertida en la película no sirva ni para promocionar las ubicaciones de unos paisajes que son de lo poco que se salva en el filme.
Quizá sin el complejo patrio o sin una pretensión de exportación mal enfocada, se podría haber potenciado el turismo de interior. ¿A caso no queda claro el origen, así como la ubicación todos y cada uno de los escenarios que pisa de Capitán América en su película? ¿Vieron el remake de King Kong? Pues eso.
En definitiva, un pestiño. Lo mejor de todo, sin lugar a dudas, los créditos del final con fondo de Asfalto, rescatando del baúl de los recuerdos un temazo preochentero.