Hoy celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente, como cada año desde que en 1973 la Asamblea General de Naciones Unidas señalase este día para tal evento. Es un día lleno de eventos dedicados a la concienciación y a llamar la atención sobre la necesidad de conservar nuestro entorno. En particular, el lema de este año es Economía Verde ¿te incluye a ti?
Mi actividad profesional, desde que empezase en prácticas en una empresa de consultoría ambiental, ha encajado en la definición de empleo verde. En algo más de una década hemos avanzado bastante, pero nos queda mucho más por hacer: el medio ambiente sigue siendo algo bastante accesorio, incluso un asunto espinoso para muchas organizaciones. La sociedad es consciente de los principales desafíos a los que se enfrenta la población mundial, pero no saca el provecho que debería a los instrumentos de participación que tiene a su disposición. Incluso en el discurso oficial, el medio ambiente es más una excusa para recaudar nuevos impuestos en tiempos de crisis que una oportunidad para desarrollar nuevos modelos de desarrollo.
En este contexto me alegra comprobar que cada vez nos tomamos más en serio la legislación ambiental. En un mercado saturado de productos verdes que distan mucho de ser ecológicos, el cumplimiento de la legislación y los sistemas públicos de certificación ambiental son las únicas garantías del desempeño ambiental y de la información veraz para el consumidor. En un escenario de liberalización de la actividad económica, en la que el la responsabilidad por daños al medio ambiente establece el nuevo paradigma de la gestión de riesgos ambientales, el cumplimiento de las disposiciones legales es una de las prioridades de cualquier organización que pretenda mantener su actividad a medio y largo plazo.
Ahora nos falta aumentar la participación en los procesos de toma de decisiones. Conseguir explotar las oportunidades previstas en la legislación sobre información y participación en materia de medio ambiente, de modo que las leyes, los planes y los programas, respondan realmente al interés general. Que la voz de quienes tengan algo que decir se escuche y se tome en cuenta tanto como los intereses políticos o monetarios que suelen condicionar los desarrollos legislativos sobre medio ambiente.
Indicadores para el optimismo los hay, desde el número de consultas que reflejan las entradas sobre legislación en este blog, especialmente la dedicada al reciente Real Decreto-ley 17/2012, de 4 de mayo, de medidas urgentes en materia de medio ambiente, hasta el interés que muestran los alumnos del curso de legislación ambiental de ISM en el que participo como docente.
4 respuestas a «La legislación ambiental importa.»
Importa, importa.
Sensacional post, Alberto. Como siempre.
Saludos,
Santiago Molina
Don Santiago, gracias por su visita y comentario, muy apreciados.
[…] mínimo conocimiento de la legislación ambiental nos pondría sobre la pista de una serie de requisitos documentales, en los que encontrar […]
[…] no podría ser de otra manera, mi aportación a la guía es una reflexión sobre la importancia de la legislación ambiental y su capacidad de generar empleo. El documento se presentará el próximo 26 de noviembre en el […]