Ha llegado hoy a casa. Ha sido la sorpresa que me he encontrado al volver del desayuno de trabajo en ISM: los paquetes que contienen la primera fotografía panorámica que paso a soporte físico, en particular, tela de lienzo sobre bastidor de madera. Existen otras opciones, pero me daba miedo que la imagen final saliese algo pixelada y pensé que se disimularía en este material. El resultado, desde luego, es muy satisfactorio y la panorámica (9674 x 2669 píxeles) tenía calidad más que suficiente para el tamaño final: tres cuadros de 60 cm x 45 cm.
Desde que descubrí el programa Hugin, y le perdí el miedo con una vista de Budapest, muchas han sido las víctimas sobre las que he practicado. Cada viaje era una nueva oportunidad de perpetrar alguna panorámica, desde la ciudad de Xian, al valle del río Dulce en otoño, pasando por el acueducto de Segovia, otros paisajes que todavía no tengo publicados en ninguna parte y otras que no volverán a ser.
El caso es que este verano no hemos tenido viaje exótico y qué mejor manera de pegarse un homenaje que rememorar las vacaciones pasadas. Y la candidata ha sido la fotogénica Nueva York, a pesar de todo. Así que el reflejo del atardecer en el Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir de Central Park, llenará el hueco de la pared sobre el sofá de casa en cuanto me haga con algún sistema que me permita colgarlo sin taladrar mucho.
Quizá no sea la mejor foto del mundo, ni tenga la mejor iluminación, tiempo de exposición o ángulo de enfoque. Simplemente recoge un momento en un viaje, forma parte de una experiencia vital. Y eso le da un valor añadido. Tal vez no cuenta con la perfección técnica de las imágenes de las tiendas de decoración, pero el resultado no tiene nada que envidiar a lo que se ve en las estanterías de algunos centros comerciales. Y, desde luego, es mucho más personal y tiene ese toque de exclusividad que, con un precio similar, no puedes comprar en esa cadena sueca de muebles de cartón que decora las repúblicas independientes en las que tenemos derecho a nuestra fiesta. Por cierto, que si alguien quiere esta foto, o alguna otra, para hacer esto, o algo parecido, no tiene más que pedirlo.
Una respuesta a «Mi primera panorámica en soporte físico»
Muy cierto. Me ha gustado tu idea. Gracias por el programa también, no lo conocía.
Cacharrearé un poco con él.
Saludos.