Ya se ha cerrado el plazo de votaciones de los premios Bitácoras 2013. Así que estaré una temporada sin dar el coñazo. Este humilde blog ha cerrado la clasificación en un meritorio puesto 24, al que ha escalado esta última semana de bombardeo en twitter, facebook y correo electrónico.
La escalada ha sido espectacular, empezamos en el 35 y caímos bastante desde allí, pero gracias a la respuesta de amigos, conocidos, excompañeros y, sobre todo, lectores del blog hemos cerrado (por los pelos) en la primera mitad de la tabla.
En las semanas que han pasado desde que decidí presentar el blog a los premios he aprendido que ganar un bitácoras es un trabajo a jornada completa, así que la próxima vez mediré mejor mis fuerzas… eso de apuntarse, dedicarse a otras cosas y después ponerse a pedir el voto el último día no es la mejor estrategia.
En cualquier caso, quería agradecer a todos los que habéis apoyado esta candidatura al mejor blog personal vuestro cariño. No sabéis lo feliz que me hace quedar (un puesto) por delante del blog «El cortejo humano«. Desde que lo descubrí en las clasificaciones provisionales del bitácoras pensé que no había nada que hacer. Mira por donde, parece que la sostenibilidad está a un nivel similar que «lo único».
Me queda felicitar a los que han conseguido los primeros puestos y a todos los que han participado. Espero que, si no hay marrones de última hora, nos veamos en el sarao de presentación de los finalistas. Porque esto de bloguear es la excusa perfecta para concer gente y que le inviten a uno a saraos de vez en cuando.
Lo dicho, gracias por vuestros votos. Nos leemos.
2 respuestas a «Gracias por vuestro apoyo en los #Bitácoras13.»
[…] qué ahora y no antes? es una buena pregunta. La respuesta quizá está en el apoyo recibido recientemente por parte de los seguidores de este blog. Ganar los premios 20 Blogs es una tarea difícil, pero con vuestros votos no es una misión […]
[…] superado ampliamente el puesto 24 alcanzado en la edición anterior, lo que, unido a que no me he llevado el premio, me anima a seguir escribiendo y, posiblemente, a […]