No soy muy amigo de esta iniciativa, pero Txema me ha convencido con su post (no se pierdan el vídeo) y este año me voy a sumar a la Hora del Planeta apagando el blog. Próximamente habrá más información sobre la campaña en la pestaña que, temporalmente adornará la esquina superior derecha del blog.
Espero que este gesto ayude a concienciar sobre el consumo energético e impacto asociado a la hiperconectividad en la que vivimos. También sería bueno que sirviese para llamar la atención sobre la brecha que se abre entre quienes no tienen energía para calentar su hogar y los que la derrochamos con cada visita a facebook, cada tuit o cada foto que compartimos en pinterest. Estos gestos cada vez más cotidianos tienen su coste energético e implican emisiones de efecto invernadero.
Mantener funcionando permanentemente la infraestructura tecnológica a nuestra disposición para que podamos consultar Internet en cualquier momento supone unas emisiones similares a las que causa la aviación o un país de tamaño medio. Los cables y la ubicación física de los servidores, así como la fabricación y eliminación de aparatos eléctricos y electrónicos son otros de los impactos de nuestro uso de Internet que no podemos perder de vista.