Pues sí, ya está aquí. ¿No has oído hablar de black hat SEO? No me voy a enrollar: es un conjunto de técnicas más o menos oscuras para alterar, con un interés concreto, el posicionamiento de una página web. Nadie sabe a ciencia cierta -salvo los programadores de sus algoritmos, espero- cómo Google y otros buscadores de la red ordenan los resultados de las búsquedas. ¿Cómo se decide qué aparece en la primera página de resultados de tu búsqueda de «apartamento en la playa»?
El caso es que, hasta hace relativamente poco, algunas de las preguntas molestas formuladas en voz alta desde este blog estaban posicionando bien. Si buscabas Ecoembes en Google el segundo resultado -justo detrás de la página corporativa de Ecoembes y antes de sus perfiles en redes sociales- era la entrada «Ecoembes no es lo que parece«. Y algo similar ocurre si buscas «estadísticas oficiales reciclaje»: muy cerca de la versión -corporativa e interesada- de Ecoembes aparecía la pregunta ¿Por qué los datos de reciclaje de ecoembes no coinciden con los oficiales?
Por supuesto, no voy a cometer la torpeza de acusar a Ecoembes de estar haciendo black hat SEO contra este blog. Es improbable que alguien en la estructura de su organización o la empresa de recursos humanos a través de la que contrata a su plantilla lo esté haciendo. Si se me ocurriese echar la culpa a Ecoembes posiblemente me metería en un buen lío. Y sabemos que tiene recursos para hacer que parezca un accidente. Seguramente muy chapucero, pero sin mancharse las manos.
El caso es que alguien, sea quien sea, se está molestando en crear perfiles falsos en páginas turbias con enlaces chungos para hundir mi blog en los resultados de Google. Para muestra el botón que podéis encontrar en las siguientes imágenes en las que, en la parte inferior, aparece el enlace -añadiendo sospechosos a la lista- que contiene el perfil de cada uno de los usuarios, ambos recientemente creados:
¿Y está funcionando? Pues sí y no.
Por supuesto, algunos de los contenidos de este blog están cayendo de los primeros puestos de resultados en las búsquedas en Google.
Pero este blog no se escribe para satisfacer los criterios de una máquina y sus algoritmos: está escrito por una persona que aspira a que lo lean personas. Posicionar bien no es un objetivo, entre otras cosas porque no hay publicidad contextual ni publicistas a los que atraer con una buena posición en los listados. Para bien o para mal lo que prima aquí es la independencia frente a los premios o los patrocinadores.
¿Y tiene arreglo? Pues está difícil. La competencia por captar atención e interés en Internet es muy desigual: no es lo mismo disponer de 400 millones de euros al año que contar con un par de horas a la semana. Por mucho que creyeses que esto del blogueo y las redes sociales 2.0 es el paraíso de la libertad de expresión, en Internet operan los mismos intereses y criterios que en el resto del mundo real: el que tiene la pasta consigue tu atención y te hace creer y comprar lo que le apetezca. Incluso para ocultar los contenidos creados para contrastar su discurso sesgado y difundir las mentiras que le apetezca.
¿Podemos hacer algo? Desaparecer de los primeros resultados de Google hace que los contenidos de Productor de Sostenibilidad sólo lleguen a quien está suscrito al blog y las personas con quien los comparta. Una buena idea es suscribirte a los blogs que te gustan en agregadores como feely o flipboard -u otras soluciones rss que hoy parecen más viejunas- y compartir siempre que puedas en tus redes sociales, incluso recomendar por correo electrónico o impreso en papel.
También puedes decirle a Google qué resultado a la búsqueda de información sobre reciclaje quieres leer. Buscas «estadísticas oficiales reciclaje» y eliges, si quieres publicidad institucional o si quieres comentarios críticos sobre datos engañosos.
Y, por supuesto: enlazar, enlazar y enlazar. Es la única solución para hacer que los contenidos que nos importan sean relevantes a las máquinas que deciden qué leemos en Internet. Pocas de mis entradas carecen de enlaces. Y casi todos tienen un propósito: llevarte a un contenido que me ha inspirado o que me parece interesante para la conversación que intento mantener contigo a través de este medio o en el que encontrarás más información sobre el tema que estoy tratando en cada artículo.
Gracias por leerme, compartir, comentar y escribir. Y cuidado con el blak hat SEO, apesta.
7 respuestas a «Y llegó el black hat SEO»
Ánimo Alberto,
yo sí soy una de esas personas que piensa que los blog son espacios de libre expresión, al fin y al cabo dependen de una o muy pocos personas y con patrocinadores puntuales en el mejor de los casos.
Pero date cuenta de que algo estás haciendo bien cuando haces que otros se tomen tantas molestias en ocultar la información que tú sacas a la luz.
Espero que en ningún caso esto te desanime, si no que te de más fuerzas.
Saludos y que tengas un buen verano
Alberto
Algo debes estar haciendo muy bien, cuando se toman tantas molestias para combatir tu honesta libertad de expresión.
Si Ecoembes tuviera datos y argumentos sólidos, hace tiempo que los habría expuesto y habría sido capaz de dejar las cosas bien claras. Cuando no lo hace y además responde a tus preguntas de la manera tan peregrina como lo ha hecho, «algo huele a podrido en ……», aunque se haya reciclado.
Muchos ánimos y fuerza para tu justo empeño.
Luz y taquígrafos.
Un abrazo y buenas vacaciones.
Repón fuerzas, que nos gusta mucho leerte. Y hace falta gente como tú, que quiera mejorar las cosas y además aporte su granito de arena.
En serio hay «entes» (por no decir empresas ) , que se dedican a poner enlaces en webs sospechosas para penalizarte el blog??? Increible!
No conocía el Black ha SEO pero ahora estaré más atenta a los enlaces donde aparece Eco-Huella.
Te ánimo a que sigas escribiendo, estés en la primera o última página de Google. Los blogs cada día lo tenemos más difícil. .. somos sardinillas en mares de tiburones (sin ánimo de ofender al tiburón )
Muchas gracias por vuestras palabras:
Isa: efectivamente, un blog depende de las ganas de expresarse de cada uno… y de eso tenemos para rato. Y al que no le guste -más si es una máquina- que no mire.
José Luis: Gracias, amigo y maestro en este arte, seguiremos hablando de lo que podamos. Yo tengo la manía de no escribir sobre lo que pasa con mis clientes, mira que era una forma fácil de desviar la temática del blog si alguien hubiese sabido hacer su trabajo, pero somos chapuceros hasta para eso.
María: efectivamente, no escribimos para posicionar, pero ten cuidado con el tiburón, que anda a ver qué muerde.
Saludos y abrazos.
Buenos días Alberto:
Ánimo y no desesperes, ya sabes que la sal en la herida siempre escuece a los que la padecen. Eso debe darnos más ganas de seguir adelante para luchar contra ese tipo de imposiciones que prescinden de la ética, la transparencia y la igualdad tan fácilmente como se llenan la boca al hablar de ellas.
Un saludo y te seguimos compartiendo y enlazando.
Álvaro
Muchas gracias Álvaro, ciertamente hay quien podría dedicar sus recursos a la transparencia y a cumplir con su responsabilidad social y, en vez de eso, trata de engañarnos a unos y silenciarnos a otros. Pero nos gusta hablar de residuos y seguiremos haciéndolo, con las herramientas y los datos que tenemos a mano.
Saludos,
Alberto
[…] pasa por una frase “Es rotundamente falso lo que se afirma en ese artículo” referida a la entrada sobre el ataque black hat SEO recibido en este blog. El artículo en cuestión se dedica a describir una serie de hechos que pueden comprobarse […]