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Mi entrevista para Ecoembes

En junio de 2015 participé en un proceso de selección de especialista de Responsabilidad Social Corporativa y Sistemas de Gestión para Ecoembes. Obviamente no fui seleccionado. Pero ahora la persona que me invitó a participar en él lo está aireando en redes sociales y necesito contar mi versión. Si te interesa, aquí la tienes.

El 4 de septiembre de 2009 publiqué un artículo titulado “Ecoembes caca. No me siento especialmente orgulloso, pero, allí está. No le había dado mayor importancia, pero en una reunión preparatoria de la edición de 2010 del Congreso Nacional del Medio Ambiente  descubrí que mi blog (y de rebote su autor) se conocía en el mundillo como “Ecoembes caca”. Así que aproveché este estigma para canalizar la indignación que me generaba la incoherencia entre los mensajes que lanzaba Ecoembes y los datos oficiales de gestión de residuos de envases.

Son varios los artículos que he escrito en el blog sobre esta cuestión, antes de mencionar expresamente a Ecoembes en 2009 y con posterioridad. Tanto sobre este sistema integrado de gestión de residuos de envases como sobre otras muchas cuestiones relacionadas con la materia. Incluso el día de los inocentes de 2014 me permití hacer una broma en el blog sobre mi relación con Ecoembes.

En 2015, uno de mis clientes me ofreció mantener una reunión con una persona que trabajaba en Ecoembes y que había leído contenidos de mi blog que no compartía. Fue una interesante comida en la que esta persona, el Director de Comunicación Corporativa y Marketing de Ecoembes, se ofreció a mostrarme los datos que cuestionaba en mi blog.

En concreto algunos de los que yo había recopilado para un artículo que en el momento de la reunión mediada por mi cliente no se había publicado, pero fue la excusa perfecta para una segunda reunión, privada, con el Director de Comunicación Corporativa y Marketing de Ecoembes. En esta ocasión hablamos de modo informal de varias cuestiones. En particular de mi situación personal y profesional, así como de mi interés en la gestión de residuos y la responsabilidad corporativa. En esa comida también se trataron los datos de Eurostat y las contradicciones entre las notas de prensa y las declaraciones del CEO de Ecoembes.

Poco después de aquella comida se publicó una oferta de empleo de especialista de Responsabilidad Social Corporativa y Sistemas de Gestión para Ecoembes. Me enteré de ella por conocidos que me la hacían llegar con comentarios del estilo: mira, Ecoembes busca a Ecoembes caca para meterlo en plantilla. Y es que el perfil que se describía en la oferta de trabajo coincidía bastante con el mío, y mucho más con las inquietudes que había compartido en privado con el Director de Comunicación Corporativa y Marketing de Ecoembes. Así pues, escribí directamente al Director de Comunicación Corporativa y Márketing, quien me facilitó el contacto de la Directora de Recursos Humanos, quien a su vez trasladó mi curriculum la empresa que llevaba el proceso de selección.

Creo que es evidente que si hubiese presentado mi candidatura directamente cualquier consultor de recursos humanos que hubiese buscado mínimamente en la red hubiese llegado a “Ecoembes caca” y me hubiese descartado sin pensarlo dos veces. Pero mi curriculum llegó a través de la Directora de Recursos Humanos previa recomendación del Director de Comunicación Corporativa y Márketing. Así que tuve mi entrevista de selección para Ecoembes, después de más de 5 años publicando contenidos que cuestionan los resultados de la labor de esta empresa.

En algún momento pensé que me estaba poniendo en el compromiso de pagar el precio de la confidencialidad por acceder a los datos que tanto me gustaría poder consultar o que tendría que convertir mis críticas al modelo de gestión de residuos en propuestas al servicio de la industria del envase de usar y tirar. El tiempo ha demostrado que regalé preciosa información sobre mi vida personal y profesional a una organización cuyo interés es controlar los puntos débiles por los que atacar a cualquiera que cuestione su modelo de negocio.

Y dos años después les ha llegado el momento de utilizar esa información. Muy bien, pero:

  • No me acusen de estar resentido por el resultado de un proceso de selección que ocurrió en 2015 para una organización sobre la que llevo escribiendo mi opinión desde 2009.
  • No traten de desacreditarme cuando en vez de contratarme como profesional con opinión formada e informada que puede aportar soluciones para ayudar a mejorar la gestión de residuos de envases deciden gastarse centenares de miles de euros al año en greenwashing.
  • No traten de apagar sus crisis de reputación corporativa echando gasolina al fuego.
  • En 8 años de artículos sobre Ecoembes he utilizado única y exclusivamente información pública y previamente publicada, aplicando los límites de mis compromisos de confidencialidad, la legislación vigente, el respeto profesional y el miedo a desaparecer total o parcialmente en alguna de las instalaciones de gestión de residuos que he tenido la oportunidad de conocer en 15 años de labor profesional.

Mi relación con Retorna.

El principal ataque que recibo de Ecoembes y su entorno es que estoy a sueldo de Retorna o que tengo intereses en la expansión comercial de la empresa Tomra. No es verdad.

Es cierto que en mayo de 2013 fui invitado por Retorna a visitar la experiencia piloto de su modelo de gestión de residuos de envases en Cadaqués. En una ocasión también estuve cenando en la misma mesa que distintas personas que trabajan para Retorna y en asociaciones que defienden el SDDR. Incluso algunos me fotografiaron cuando me tomaba un café en la última edición del Congreso Nacional del Medio Ambiente con una periodista que trabaja para Retorna.

Pero nunca he realizado trabajos para esta organización ni he cobrado de ella, Tomra u otra entidad que promueva el SDDR. Es más, ni siquiera han tenido el detalle de agasajarme con una comilona como aquella a la que me invitó el Director de Comunicación Corporativa y Márketing de Ecoembes. Y eso que escucho y hablo con cualquiera que me quiera contar algo sobre residuos y, hasta hace bien poquito, jamás rechazaba una invitación a comer viniese de quien viniese.

6 respuestas a «Mi entrevista para Ecoembes»

Alberto

Está claro que Ecoembes prefiere comprar voluntades que afanarse en hacer mejor las cosas.

A Ecoembes le procupa más su imagen que el bien hacer. Y desde luego, a Ecoembes no le importa caer en el greenwashing (mensaje ambiental engañoso), deporte que practica con notable soltura. La reciente publicación de un "teóricamente" prestigioso estudio sobre los impactos ambientales de Ciclo de Vida del SDDR frente a los sistemas integrados de gestión actuales (Ecoembes etc) es una excelente muestra de estudio sesgado, "cocinado" al gusto de sus pagadores; las endebles y tendenciosas hipótesis del estudio, junto a una presentación parcial y sumamente sesgada, lamentablemente hacen que el estudio se desmorone sólo.

Que personajes de Ecoembes te critiquen o traten de descreditarte es señal de su falta de argumentos y datos para rebatir lo que dices. En lugar de aportar datos serios que apoyen sus afirmaciones, prefieren disparar contra los espíritus libres y críticos. Pero la mentira tiene las patas muy cortas y nunca llega muy lejos.

Mucha suerte y ánimos para seguir luchando por una mejor gestión de los residuos,

Saludos

José Luis

Hola Alberto

Los que te seguimos desde hace años estamos contigo. Sigue exactamente igual, cuestionando te todo lo que no veas claro y aportado luz en los pasillos oscuros del reciclaje de envases. Opiniones como la tuya hacen mejorar el sistema del reciclaje. 

Ahora no es el momento de cambiar sino de perseverar?

Un saludo 

[…] el contenedor amarillo. Y para taparlo… van a por quien lo pone de manifiesto. Personalmente fui tan inocente de caer en la trampa que permitió a Ecoembes construir un relato falso sobre mi mo…. Pero habría dado igual, como esta historia es fácil de contrastar buscaron una forma de insultar […]

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