Cuando me decidí a publicar mi primer libro opté por Amazon Kindle Direct Publishing. No es la alternativa más sostenible del mundo, pero sí una forma rápida de conseguir que mis contenidos estuviesen disponibles en papel sin incurrir en los costes que, de algún modo, suponen otras opciones de autopublicación. Poco a poco he ido descubriendo distintas posibilidades de Amazon para la venta y comercialización de publicaciones. Una de ellas es Kindle Unlimited, que ofrece al lector lectura ilimitada en cualquier dispositivo.
Unlimited da acceso a centenares de miles de libros Kindle en un sistema de préstamo sin fecha límite, que permite consultar hasta diez títulos a la vez en cualquier dispositivo de Amazon o aplicación de lectura Kindle. La principal limitación está en qué libros forman el catálogo de Kindle Unlimited. Son muy pocas las editoriales han entrado en esta estrategia de Amazon, por lo que la mayoría de los materiales disponibles son autopublicaciones.
Hay títulos interesantes de autores consagrados, como la colección de Harry Potter de J.K. Rowling o la biblioteca Noah Grodon de Roca Editorial. Se puede leer a autores patrios, como mi admirada Nieves Concostrina o, si se es de la filosofía de que no hay libro malo que no tenga una página buena, al mismísimo Federido Jimenez Losantos. Ambos publicados por La Esfera de los Libros, editorial que sí tiene parte de su catálogo en el escaparate literario de Amazon. Roca Editorial también nos deja cosas interesantes, como aquel libro de la tuitera Barbijaputa sobre machismo y otras joyas como El pequeño libro rojo del activista en la red o repasos a la historia reciente actualidad como El relaxing café con leche y otros hitos de la marca España.
También podemos encontrar una interesante colección de manuales de inglés, como los del método Vaughan. Así como grandes éxitos de la autopublicación, como las novelas del Capitán Riley de Fernando Gamboa. Y, por supuesto autores noveles con sagas prometedoras, como es el caso de Ocaso: Dos mundos. Si bien lo que más abunda en Kindle Unlimited, con diferencia, son manuales de autoayuda y novelas romántico-erótico-festivas.
Pero una parte importante del catálogo son “publicaciones” que no merecen la pena: títulos oportunistas que buscan conseguir descargas con las típicas estrategias de prometer la felicidad, salud eterna, manuales en los que no se puede aprender nada nuevo y una larga lista de charlatanes varios. Trileros que han visto en la remuneración de Amazon una forma de sacar unos pocos euros por el tiempo de los incautos que pican en el engaño. Encontrar conocimiento especializado en Kindle Unlimited es posible, pero hay que estar muy atento para no perderse en juegos de manos mientras se busca la bolita. Si quieren probar busquen publicaciones sobre blogs, autopublicación o SEO, campos de moda abonados para este tipo de oportunistas.
Antes de lanzarte a pagar por el servicio quizá te interese esperar a alguna promoción. De vez en cuando lanzan ofertas con un periodo de prueba gratuito. Frente a otros sistemas similares que te acaban cobrando sí o sí, Amazon permite darte de baja de la suscripción según te suscribes. De este modo es posible probar el servicio durante el periodo promocional sin necesidad de pagar el siguiente ciclo de suscripción. Eso sí, cuando llegue la fecha los libros que tuvieses «alquilados» dejarán de estar disponibles en tus dispositivos de lectura.
Lo que me planteo ahora es si es una buena idea incluir «Pero… ¿tiene arreglo?» en Kindle Unlimited. Hasta ahora ha tenido más éxito como libro en papel que como libro electrónico. ¿Utilizas Kindle Unlimited? ¿Crees que es una opción interesante para que una publicación llegue a más lectores?
2 respuestas a «Explorando Kindle Unlimited»
¡Hola! Muchas gracias por la mención 🙂 Yo si tengo incluida mi novela en el catálogo y, aunque mis ventas son mayoritariamente en el formato físico, es otro añadido más. Pero conozco gente a la que le va muy bien esta vía y le saca más rentabilidad que a ninguna otra. ¿Qué puedes perder? 🙂 ¡Un abrazo!
Gracias Laura, tienes razón, no hay mucho que perder… igual me animo a probar.