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Legislación y normalización

China, plásticos y madera.

Recién declarada la Emergencia Climática tenemos motivos para mirar al futuro con optimismo. No es solo que el gobierno español demuestre que está dispuesto a ponerse las pilas para avanzar en la sostenibilidad de nuestro país. Es que una de las principales excusas para el escepticismo empieza a desvanecerse.

Parte de mi conciencia ambiental está influida por una frase que escuché siendo bastante joven en televisión. Tenía la cita atribuida a Umberto Eco y encuentro la confirmación en este enlace. Era enero de 1997, mi primer curso en la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Alcalá, y posiblemente estaría haciendo cualquier cosa más interesante que preparar los exámenes del primer semestre. Y la televisión escupió aquel mensaje: Si los chinos usan papel higiénico, no bastarán todos los bosques.

Algo después, en una conversación de bar con un amigo que empezaba su carrera profesional como piloto, otra afirmación en la misma línea. Nos comentaba que sin la limitación de la IATA al número de vuelos, la aviación acabaría rápidamente con las reservas de petróleo. La creciente demanda de vuelos internos en China se estaba aumentando aceleradamente el consumo de combustibles fósiles.

China, China, China… entre el tamaño de su población y que la globalización la ha convertido en la fábrica del mundo China está muy presente en las cuestiones ambientales. La potencia asiática tiene capacidad, por sí misma, de tirar por tierra esfuerzos como el realizado para evitar los gases que agotan la capa de ozono. O dar al traste con los acuerdos sobre emisiones de efecto invernadero.

Pero también puede ayudar a que toda la industria del reciclaje se ponga las pilas. Las alarmas del mundo se encendieron con el veto a la entrada de residuos mezclados al país, despertándonos del ensoñamiento en el que vivíamos gracias a la fantasía de un reciclaje que en realidad consistía en verter e incinerar nuestra basura más lejos de casa.

Y ahora China nos vuelve a sorprender. Nos adelanta por la izquierda anunciando la limitación de distintos tipos de plásticos de usar y tirar. Prohíbe el uso de bolsas de plástico y la fabricación de las que sean más finas de 0.025mm, no permite el uso de productos de plástico de un solo uso en hoteles a partir de 2025 o reducción del plástico desechable en restauración en un 30%.

Ahora que tenemos que transponer la Directiva (UE) 2019/904 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de junio de 2019, relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente igual es momento de tomar nota de algunas de esas medidas con las que China podría estar superando los compromisos adoptados en Europa.

Adicionalmente al veto a los plásticos China anuncia más control en otras materias primas, como la madera. Otra buena noticia si consideramos el papel que debería jugar la gestión forestal en la lucha contra el clima.

En la medida en la que China adopte políticas para reducir el impacto de la extracción de materias primas, deje de fabricar y consumir determinados productos de plástico de un solo uso y avance en medidas ambientales estaremos más cerca de vivir en un planeta algo más sostenible. Queda mucho por hacer, pero hay motivos para la esperanza.

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