Procuro recudir al máximo mi exposición a publicidad. No entiendo la mayoría de los anuncios con los que me encuentro cuando alguna vez veo televisión, los que me obligan a ver antes de la película en el cine o los que emergen en las ventanas de los medios que consulto en Internet. Salvo alguna excepción, lo normal es que me sienta insultado o me generen un fuerte sentimiento de rechazo o indignación. Lo siento, no puedo participar de ese supuesto acuerdo en el que el espectador acepta el engaño que se le ofrece desde la publicidad.
Huir de los anuncios no es fácil. Implica que escucho Radio Nacional, las mismas viejas canciones de siempre que van pasando de un disco duro al siguiente, que consulto con frecuencia el archivo de Televisión Española, que utilizo bloqueadores de anuncios en mis dispositivos de acceso a Internet… pero, a pesar de ello, de alguna manera me acaban llegando los anuncios.
Sí el de Ecoembes también ¿Quién hace esa mierda? “¿Que este verano quieres hacer todo en la barbacoa? Pues adelante, porque este verano te lo mereces. Y es que, a pesar de todo, has seguido reciclando como nunca.”
¿Una barbacoa? ¿En serio? Las barbacoas al aire libre en verano están prohibidas en la mayor parte del territorio nacional. Y no es casualidad. Hace quince años 11 personas morían intentando apagar el incendio causado por las imprudencias de un grupo de insensatos que, en contra del sentido común y de las advertencias, se empeñaron en hacer una barbacoa.
El drama, alimentado también por la incompetencia en la gestión, alcanzó tal dimensión que, poco a poco, acabó por traducirse en medidas legales que han ido limitando el uso del fuego y prohibiendo las barbacoas al aire libre, especialmente, en verano.
No me explico cómo es posible que los anuncios de una organización que dice promover el cuidado del medio ambiente descuida estos detalles. ¿Puedo hacer una barbacoa este verano? Pues no, de manera general, no puedes hacer barbacoas. Si quieres intentarlo deberías consultar la legislación autonómica y, en muchos casos, preguntar en el ayuntamiento si te dan permiso para hacer fuego. Pero, si te preocupa mínimamente el medio ambiente, no deberías ni plantearte la posibilidad de hacer barbacoas en el jardín en periodo de máximo riesgo de incendio.
Quizá lo que busca este anuncio es, precisamente, poder cargarte el mochuelo de alguna de las decenas de siniestros con fuego en las que -en instalaciones homologadas por el sistema de gestión de envases ligeros-, se “pierden” cada año toneladas y toneladas de materiales que depositamos en el contenedor amarillo, nuestros ayuntamientos recogen y las plantas de clasificación de envases recuperan con el esfuerzo y los impuestos de todos.
Está claro que ni a Ecoembes ni a quienes trabajan en sus campañas de publicidad les interesa el medio ambiente. Lo único que persiguen con sus anuncios es vender productos envasados, en envases de usar y tirar, para mantener un modelo de negocio insostenible con el que se están cargando el planeta y tu salud. Porque no te animan a hacer una barbacoa de productos locales y sostenibles, no. Ultra procesados plastificados. Acompañados de bebidas alcohólicas o azucaradas. Todo lo que cualquier nutricionista y endocrino te aconsejarían eliminar de tu dieta cuanto antes.
¿Por qué en su anuncio aparece un señor quemando una pizza en las llamas? Porque se dirigen a un público lo suficientemente inconsciente como para, después de ver el anuncio, levantarse del sofá, ir a un centro comercial, llenar el maletero de su coche de pizzas plastificadas y latas de bebidas y soltar la pizza sobre las llamas. Sí: te insultan a la cara y sigues comprando los productos envasados que te venden. Porque no tiene ánimo de lucro, pero su modelo de negocio es venderte envases de usar y tirar. Lo de dentro… como si lo quemas.
El ejemplo de la pizza malo, pero el publireportaje con infografía da vergüenza ajena. ¿Cuanto dinero nos cuesta a todos los consumidores españoles que Ecoembes nos incite a hacer barbacoas al aire libre en verano estando prohibido? ¿Todo eso para animarnos a comprar chuletas y sardinas plastificadas en una gran superficie comercial? ¿O para condicionar la línea editorial del grupo de comunicación que elabora el contenido por encargo y lo publica bajo patrocinio?
Eso sí, con el margen que les deja su modelo de negocio -gracias a lo que se ahorran en medios para la recogida de los envases adheridos a su sistema– harán campañas de educación ambiental en el colegio de tus hijos. Para que lleguen a casa y te pidan lácteos en monodosis y refresos en lata, no para reducir nuestro impacto sobre el medio ambiente.
“¿Tú también te vas a pasar el verano haciendo barbacoas?” Pues ten mucho cuidado, tu salud puede resentirse con los carcinogénicos que resultan de quemar los alimentos con las llamas y de los disruptores endocrinos que sueltan los plásticos de los envases y el interior de las latas. Y no te olvides del riesgo de incendio forestal, ten a mano un teléfono y recuerda el número 112, no sea que para cuando quieras reaccionar sea demasiado tarde.