En la serie “Preguntas para una década” el equipo de datos de RTVE se preguntaba ¿Cuánto reciclamos? En el artículo se recoge que “de los 4,4 millones de toneladas de recogida selectiva, alrededor del 17 % -unas 743.000 toneladas- son envases y embalajes mixtos sin contar ni los de vidrio ni los de cartón”.
Así pues, la recogida selectiva de envases aportaría 743.000 toneladas de envases ligeros a reciclar. Según Ecoembes esto representa el 60 % de lo que recupera anualmente. Un 25 % provendría de los envases que se depositan mezclados en el contenedor de restos y el otro 15 % de lo recuperado a través de la recogida selectiva en aeropuertos, mercados, centros comerciales, etc.
En total Ecoembes estaría reciclando 1,5 millones de toneladas de envases domésticos ligeros. El 80 % de los envases domésticos ligeros de plástico, metal, cartón y brik que dependen de su gestión.
Gracias a la web de Ecoembes sabemos que esa cantidad de material «reciclado» es la que entrega a los recuperadores homologados. Son residuos recuperados del contenedor amarillo y esas recogidas complementarias que todavía no se han transformado en materias primas.
Esto es importante porque el Centro de Innovación y Desarrollo para la Economía Circular (CIDEC) estima que solo entre el 45 y 50 % de las balas de PET que llegan a las plantas de reciclaje desde las de selección se puede aprovechar. En la misma línea, la Asociación Nacional de Recicladores de Plástico (ANARPLA) afirma que de los envases domésticos de plástico que recibe (unas 617.000 toneladas) recupera el 65,7%.
Es decir, de lo que recuperamos (lo que Ecoembes contabiliza como reciclado) estaríamos reciclando realmente, en el caso de los envases de plástico, cifras que van desde el 45 al 65,7%.
¿Qué pasa con lo que no recuperamos? Llegar a esta estadística es un poco más complejo. Implica comparar caracterizaciones y agregar datos de distintas fuentes oficiales, tales como las recogidas municipales. Es algo que hicieron hace algún tiempo en el programa El Escarabajo Verde dedicado al contenedor amarillo.
En este programa se documentaba que la recogida selectiva de envases rondaba, en ciudades como Madrid o Barcelona, un tercio de todos los residuos de envases recogidos. Puedes comprobarlo analizando los datos publicados por los ayuntamientos. Esto implicaría que el 66% se recogen mezclados en el contenedor gris.
El reportaje, siguiendo la pista de distintos flujos de materiales, nos lleva a Valdemingomez donde un responsable de la planta que gestiona las basuras de la ciudad de Madrid afirma que del total de los residuos de envases mezclados que recibe en el contenedor gris apenas puede recuperar un 10 %.
Ese 10% de materiales de envase recuperados del contenedor gris representa, según veíamos más arriba, el 25% de lo que dice Ecoembes destinar a reciclaje: unas 375.000 toneladas. Asumiendo que el caso de Valdemingomez se pudiese aplicar al resto de instalaciones estaríamos hablando de 3.750.000 toneladas de envases que acabaría en el contenedor gris. Este dato se aproxima al que obtienen Rethinking, Observatorio de Residuos y Greenpeace en su estudio.
Muchos datos pero ¿qué implica todo esto? Básicamente que nos estamos haciendo trampas al solitario.
Gracias a la estrategia de lavado de imagen con la que Ecoembes pretende disipar las sospechas sobre su falta de transparencia sabemos que sus datos se refieren a residuos de envases recuperados, no a materiales reciclados. Y que la Sociedad Anónima equipara estos datos a los declarados por las entidades adheridas a su sistema de responsabilidad ampliada del productor.
Así, según Ecoembes sus resultados se refieren al 80% de los residuos que las empresas adheridas a su sistema declaran poner en el mercado. Pero si analizamos los flujos de residuos resulta que en la basura de los españoles hay hasta 4 veces más residuos de envases de los que Ecoembes estaría entregando a sus recuperadores homologados.
Del artículo enlazado al principio de esta entrada destaco la frase «Nadie está mintiendo» -se defienden desde Ecoembes- «Lo que pasa es que estamos aludiendo a realidades distintas que son complementarias, pero no son comparables».
Efectivamente tenemos un problema con los datos de reciclaje de residuos de envases ligeros: no sabemos cuántos se ponen en el mercado. Y, con los datos de Ecoembes en la mano, podrían ser muchos más (varias veces más) de los declarados por las empresas obligadas a hacerse cargo de sus residuos.
El coste social, ambiental y económico de gestionar esos miles de toneladas de residuos de envases que no aparecen en las estadísticas de Ecoembes lo asumimos entre todos en forma de tasas municipales, pérdida de oportunidades para el comercio local y de proximidad, precariedad laboral y basuras dispersas (por no entrar en la cuestión de los incendios de residuos).
Dejemos de hacernos trampas al solitario y empecemos a medir lo que hay que medir ¿Cuántos envases de usar y tirar se ponen realmente en el mercado? ¿Cuántos se recogen? ¿Cómo?
Solamente después de tener clara esa información podremos concluir sobre cuántos envases se reciclan, dónde y en qué. Pero, lo más importante para tomar medidas efectivas en relación a los modelos de gestión de residuos, podremos saber si realmente los envasadores y distribuidores de producto envasado que crearon Ecoembalajes España, S.A. (Ecoembes) realmente están dando cumplimiento a sus obligaciones legales y asumiendo los costes reales que ocasionan con su modelo de negocio.