A pesar de que las fechas lo piden, hace tiempo que no hago balance del año en el blog. En esta ocasión no voy a dar la turra con estadísticas. Traigo 12 fotos que, sin ser las mejores ni las más representativas, me hablan de un año que, a pesar del contexto internacional y de los estragos de un cambio climático cada vez más evidente, puedo valorar como feliz.
Un año en el que, siendo plenamente consciente de que ya «le hemos dado la vuelta al jamón», la expresión va tomado sentido en formas muy concretas. Una de ellas la necesidad de entender que hay oportunidades que ya no serán. De dejar pasar. De estar aquí y ahora.
Mi 2024 ha sido de visitar sitios nuevos y regresar, una y otra vez, a los que hay que compartir siempre que surja la ocasión. De cultivar aficiones, encontrar limitaciones y posponer aquello que quizá, si tiene que ser, sea más adelante.
No queda más que agradecer. Agradecerte que estuvieras en 2024. De que lo hicieses posible.
Agradecer que 2024 nos permitiese seguir a 2025.
Gracias.