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Consumo sostenible

Bulos sobre el SDDR y el pequeño comercio

Cuesta trabajo entender la argumentación de quienes se empeñan en oponerse a los Sistemas de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) de envases. Sistemas DDR los llaman algunos, quizá para jugar al despiste. Quizá porque acaban de llegar al debate y no saben que la cosa lleva encima de la mesa, al menos, desde hace tres décadas.

Pero la cuestión es que la maquinaria de desinformación de la industria del envase de usar y tirar está activa. Entiendo que el objetivo es crear polémicas, generar dudas y tratar de boicotear el desarrollo y la implantación de los SDDR.

Entre otros bulos que se pueden desmontar fácilmente conviene revisar los siguientes:

  • Los pequeños y medianos comercios tendrían que repercutir el precio de las máquinas encargadas de recoger los envases y proporcionar los tickets que se entregarían a los consumidores para descontarlos en sus próximas compras: la recogida de envases es un coste que tienen que asumir envasadores y distribuidores de envases. Si, por el motivo que sea, la opción es instalar una máquina deben pagarla envasadores y distribuidores de envases, no el comercio. Pero el sistema DDR (SDDR) no implica instalar máquinas. Es más, el pequeño comercio tampoco necesita emitir tickets «para generar descuentos» ya que funcionaría de manera directa: hola, traigo seis envases vacíos y me llevo seis llenos.
  • Hay quien entiende que tendría un sobrecoste para el consumidor o se incrementará el gasto en la cesta de la compra: pues o entiende mal o miente. La legislación es muy clara al respecto: Los productores soportarán el primer pago del depósito, que será fijado libremente por los sistemas de responsabilidad ampliada del productor en cuantía igual o superior a los 10 céntimos de euros, por cada unidad de envase de bebida que introduzcan en el mercado estatal. Además del depósito recogido en el apartado anterior, los productores deberán aportar al sistema la financiación necesaria para garantizar su funcionamiento, así como la adecuada gestión de los residuos de envases y el cumplimiento de los objetivos de reciclado de este real decreto (Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases).
  • Tendremos que dedicar un 50% más de espacio en nuestros hogares y 6 veces más de tiempo para la gestión de los envases sujetos al SDDR: que yo sepa, los envases vacíos ocupan lo mismo si los dejo en el contenedor amarillo o si los llevo al establecimiento donde los compré. En cuanto al tiempo… si me los aceptan de vuelta en la tienda me ahorro tener que andar buscando un contendedor amarillo en el que pueda depositarlos.

Volviendo a qué es un SDDR, no se puede perder de vista que la obligación de implantarlo nace de la realidad: a pesar de llevar más de dos décadas funcionando el contenedor amarillo no ha cumplido el objetivo para la recogida de botellas plásticos de un solo uso (SUP por sus siglas en inglés Single Use Plastic). Y el sistema integrado de gestión (SIG) lleva mucho tiempo mintiendo sobre sus resultados. Se ha certificado por la Administración competente que la recogida de esas botellas no llega al 42% cuando el objetivo era del 70%

También es bueno recordar cómo hemos llegado a esta situación. Veníamos de un modelo “de toda la vida” donde las bebidas se compraban en pequeños comercios de proximidad en envases de vidrio reutilizable. En 40 años la inmensa mayoría del producto comercializado viene en envases de usar y tirar a través de grandes cadenas de distribución. El envase de usar y tirar se ha convertido en la norma, pese a su alto impacto sobre la salud de las personas, la economía local y los ecosistemas.

Es normal que las grandes superficies se sientan amenazadas con una medida que favorece al comercio local y de proximidad. Que fomenta hábitos de consumo más racionales. O que buscan que el coste de la gestión de residuos de envases quede dentro del modelo de negocio de la distribución de producto envasado.

La anomalía es que sean los ayuntamientos, con tasas que repercuten a todos sus vecinos, los que asuman el coste de la recogida, transporte y gestión de los envases vacíos. O que los sistemas integrados de gestión, Ecoembes y Ecovidrio, generen un coste a los ayuntamientos de más de 1700 millones de euros al año por una recogida que no atiende al volumen de envases puestos en el mercado.

Así pues, cuando leamos sobre SDDR, SDR, DDR o como lo quieran llamar para que no puedas contrastar la información en contenidos creados para generar dudas y enfado, recuerda que puedes estar ante un intento de quienes causan los problemas por evitar que se resuelvan.

Las compañías transnacionales de distribución de producto envasado, aliadas de los envases de usar y tirar, cerraron el pequeño comercio. Y contribuyen a vaciar el mundo rural, con estrategias abusivas sobre los productores locales, e importaciones de productos que viajan por el planeta causando miseria en origen y pobreza en destino.

El SDDR permite una mayor transparencia en la gestión de residuos, evitando otros 20 años de mentiras corporativas sobre las tasas de reciclaje de residuos. Es más justo con la distribución de costes, generando un motivo para que los envasadores busquen soluciones al impacto que causa su actividad económica. Y abre la puerta a nuevas formas de consumo más racional.

Por ello la industria del envase de usar y tirar ha puesto a funcionar su engrasada maquinaria de bulos, desinformación y greenwashing. Seguro que has escuchado alguno más que puedes dejarme en los comentarios para que lo analicemos en otra entrada de este blog.

No olvides compartir para llegar a más gente y evitar que las falsas noticias patrocinadas sean la fuente de información predominante.

2 respuestas a «Bulos sobre el SDDR y el pequeño comercio»

Creo que si se comenzase por aplicar la responsabilidad, vía Tribunales, a aquellos que se han pasado años engañando a todos (según informes contrastados del MITECO, Eunomia, Greenpeace…) esto cambiaría. No es posible que esto quede impune, tanto para lo que lo han hecho como para los que lo están haciendo. Llevas años, tú y los anteriores, denunciando datos que a todas luces son falsos mientras la industria, la administración y la ley miran para otro lado. Veremos ahora qué es lo que hace este gobierno y su nueva ministra con el SDDR, no tengo ninguna fe en ello, por desgracia.

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