Pasó el miércoles a medio día. No era la primera vez, todo hay que decirlo, pero siempre viene mal. Mi teléfono móvil se precipitó contra el suelo y se golpeó. Nada nuevo. Pero el crujido hacía temer lo peor. Y efectivamente ocurrió: la pantalla rota. Muy rota. Tanto que ni dejaba ver lo que había […]
Unos días sin móvil
